Loading...

Límites


EL CIDHUAC Y EL CAPSI NO PERTENECEN A LA INSTITUCION PUBLICITADA ARRIBA.



  


 
¿Qué son los límites?
 
Los límites son fronteras localizadas en un plano imaginario que definen nuestro cuerpo, así como nuestras emociones, sentimientos, intelecto, mente y espíritu. En un sentido más amplio incluyen nuestro entorno, territorio, posesiones y derechos.
 
Los límites son fronteras imaginarias y reales a la vez, Son el punto en donde cada uno de nosotros termina y el otro empieza y a la inversa, es esa línea donde el otro termina y empieza mi existencia personal.
 
Estos límites señalan el campo donde opera mi energía propia, el espacio y el tiempo en el cual se expresa mi ser, el punto en el cual se expresa mi propio “yo”,
 
Mis límites establecen lo que me gusta, aquello que necesito, lo que deseo, así como lo que no me gusta o me incomoda. Mis límites definen la manera como decido relacionarme con los demás y como establezco vínculos emocionales y afectivos con las personas que me rodean.
 
Si logro identificar las situaciones y circunstancias que acepto de los demás y lo que no permito que me hagan otras personas, tendré elementos para establecer mis derechos y asumir mis responsabilidades.
 
¿Porqué se daña nuestra capacidad para establecer límites saludables?
 
Generalmente aprendemos a establecer límites a partir de la educación que recibimos de nuestros padres. Cuando la relación familiar es inadecuada tendemos a formar límites insanos,
 
Mi capacidad para establecer límites puede verse afectada por las situaciones siguientes:
 
  • Si durante mi infancia no fueron respetados mis derechos mis decisiones o mis gustos.
 
  • Si en mi niñez viví con alguien que trataba de controlarme excesivamente, diciéndome que debía pensar, decir o sentir.
 
  • Si viví con alguien que no tenía claro cual era su posición o su función con respecto a mi persona.
 
  • Si alguno de mis padres o cuidadores me abandonó física, emocional, económica o espiritualmente.
 
  • Si no me permitieron tomar libremente mis propias decisiones.
 
  • Si me sobreprotegieron y me hicieron excesivamente dependiente.
 
  • Si tuve que cuidar de alguien que tenía que haberme cuidado a mí.
 
  • Si alguien cometió cualquier abuso emocional, físico o sexual sobre mí persona cuando yo era niño.
 
Estas circunstancias dañaron mi capacidad para la formación de límites saludables, me enseñaron que no poseo un “yo” integro, que soy una parte de alguien, o que los pensamientos, sentimientos o problemas de los demás son mi responsabilidad.
 
¿Cómo podemos saber si necesitamos establecer o reforzar límites en nuestras relaciones con los demás?
 
Cuando me siento frustrado, si experimento furia contenida o me lamento por mi actitud en una relación, es una señal inequívoca de que necesito revisar mis límites. También si experimento algún tipo de enfermedades psicosomáticas o si estoy inconforme con esa relación y no me atrevo a decirlo.
 
¿Cómo podemos establecer límites adecuados?
 
Establecer límites es un asunto estrictamente personal; solamente yo puedo saber que estoy dispuesto a permitir en mi relación con los demás y hasta donde quiero llegar en mi trato con otra persona.
 
Antes que nada, necesito identificar cómo es esa línea que deseo establecer en mis relaciones y mantener un respeto permanente a esa frontera.
 
El primer paso es recuperar la confianza en mi mismo, tener la suficiente seguridad para establecer una cercanía con los demás sin experimentar la amenaza de perder mi individualidad.
 
Para ello es importante que incremente el crecimiento de mi autoestima, que aprenda a manejar y expresar mis sentimientos y emociones, que sepa establecer y respetar reglas, que aprenda a controlar mi propia vergüenza, el desapego a las personas y mi desarrollo espiritual.
 
También necesito aprender a cuidar de mí mismo, a tomar decisiones sobre lo que considero mis derechos y a ser la persona que yo quiero ser. Es indispensable aprender a valorarme, a escucharme, a respetarme y a confiar en mí mismo.
 
Se trata de aprender a establecer un sentido de mis propias posibilidades, sin invadir ni violar las fronteras de los demás.
De lo que se trata también es de relacionarme con los demás sin construir una barrera rígida e infranqueable.
 
Al establecer límites me mantengo atento y no asumo una actitud hipervigilante.
 
Lo más importante es establecer esos límites cuando estoy sereno, sin utilizar demasiadas palabras ni dar demasiadas explicaciones, racionalizaciones o justificaciones para fijar esas fronteras que yo deseo.
 
Es importante tomar en cuenta que no es fácil establecer un límite y cuidar los sentimientos de las demás personas; en cualquier relación, al establecer un límite me puedo sentir avergonzado, temeroso o que estoy lastimando los sentimientos de la otra persona. A pesar de todo ello, para mi equilibrio emocional es necesario establecer esas fronteras que estoy necesitando.
 
Al fijar un límite es preciso sentir que estoy convencido y listo para ello y que estoy apoyado, por lo que es necesario obtener el respaldo de un familiar, un amigo que coincida conmigo o un profesional de la conducta que me apoye en esa tarea.
 
Asimismo, debo entender que la fijación de límites es un proceso recíproco para escuchar y respetar a los demás; es una lucha por mantener un equilibrio justo en mis relaciones con todas las personas.
 
A la vez, necesito ser congruente en mis actitudes y en mi conducta cuando establezco un límite; si establezco un ultimátum o enfrento una consecuencia por fijar límites, lo afrontaré con entereza.
 
Cuando establezco un límite, estoy conciente de que me confronto con mi necesidad de ser flexible y firme a la vez.
 
Los límites en mis relaciones son señal de que estoy definiendo mi propia identidad, que deseo reforzar el contacto con los demás y profundizar la conciencia de mi mismo.
 
Al fijar límites reafirmo hasta donde quiero ir y hasta donde permitiré a los demás que vayan conmigo.
 
¿Qué puede ocurrir con los demás cuando yo establezca límites en mis relaciones con ellos?
 
Generalmente las personas reaccionan cuando nosotros nos comportamos de una manera diferente; especialmente, cuando nuestro comportamiento les afecta de alguna manera.
 
Cuando las personas están acostumbradas a que acepto sus imposiciones todo el tiempo, cuando eso ya no ocurra seguramente se sentirán ofendidos, sobre todo cuando están acostumbradas a que siempre asumo sus responsabilidades, o las consecuencias de sus emociones, sentimientos y situaciones de conflicto.
 
Cuando alguna persona esta acostumbrada a controlarme a través del chantaje, la culpa, de las amenazas o de los golpes, cuando sienta mi firmeza para transformar ese orden antiguo, sin duda, reaccionará de manera airada, quizá con mayor violencia. Es el momento de intensificar mi decisión de establecer límites.
 
A pesar de estas reacciones adversas no dejaré que me devuelvan a las situación anterior de abuso o control. No prestaré atención a sus enojos, a sus reacciones airadas ni a sus exigencias para seguir siendo como antes.
 
Antes que todo está mi determinación de respeto a mi mismo y a los demás, mi decisión de autocuidarme y sobre todo, ese compromiso de responsabilidad conmigo mismo, por lo que no haré caso a ninguna de sus reacciones adversas por los cambios en mi comportamiento y con los esfuerzos que estoy haciendo por ser yo mismo.
 
¿Cuáles serían las recomendaciones para evitar la dependencia hacia otra persona?
 
A partir de este momento...
 
·         Aprenderé a reconocer mis emociones y mis sentimientos.
  • Aprenderé a confiar y escucharme a mí mismo y a los demás.
  • Aprenderé a identificar las situaciones que me lastiman.
  • Aprenderé a reconocer y defender mis derechos.
  • Aprenderé a detener el sufrimiento físico y emocional que me ocasionan algunas relaciones.
  • No asumiré las responsabilidades de los demás, ni permitiré que otra persona asuma mis propias responsabilidades,
  • No controlaré a las personas, ni permitiré que alguien me controle.
  • No permitiré que otra persona abuse de mí, ni abusaré de las personas que me rodean.
  • Aprenderé a respetar lo que hacen, sienten y piensan las personas con las cuales me relaciono.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

AVENIDA AMERICAS 255, Xalapa, Veracruz, México
2281332884 WhatsApp: 2281254385